“Nuestro manifiesto es el baile” Cultura ballroom, performatividad de género y emancipación política en el Paro Nacional de 2021 en la ciudad de Bogotá, Colombia

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2024-05

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En la década de 1980, surgió la subcultura ballroom en la emblemática metrópolis de Nueva York, en tanto conjunto de prácticas artísticas y culturales caracterizadas por su enaltecimiento de la diversidad racial, de género y, especialmente, de la diversidad sexual. Esta manifestación encuentra sus raíces en los ballrooms o salones de baile del barrio de Harlem en la década de 1920 , donde individuos de tez blanca organizaban espectáculos nocturnos ataviándose con accesorios y vestimentas femeninas, con el propósito de entretener a una audiencia mayoritariamente compuesta por hombres y mujeres heterosexuales en eventos conocidos como balls. Sin embargo, a pesar de la variedad de dimensiones que esta subcultura abarcaba, los artistas afroamericanos y latinoamericanos enfrentaban discriminación debido a su origen étnico. Esta discriminación los obligaba a aclarar sus rostros con el uso de maquillaje para poder participar en estos eventos. Tras los disturbios del levantamiento de Stonewall –una serie de protestas espontáneas desencadenadas por la comunidad LGBTQ+ en respuesta a una redada policial ocurrida en la madrugada del 28 de junio de 1969 en el bar Stonewall Inn, situado en el vecindario de Greenwich Village en la ciudad de Nueva York–, los sentimientos de culpa y vergüenza derivados de la supremacía de clases con poderío económico, político y social, fueron reemplazados por el empoderamiento de unas comunidades frecuentemente marginadas, como lo eran, la comunidad latina, la comunidad LGBTQ+ y la comunidad negra. Este cambio impulsó a la escena del ballroom a obtener una mayor aceptación entre el público y lograr el interés e inscripción de más participantes en la cultura en sí. Como resultado de este proceso histórico, emerge el término voguing en un evento ballroom realizado en un club nocturno en el año 1979, donde Paris Dupree, una destacada artista drag estadounidense, con la intención de hacer shade, realizó un gesto espontáneo al sacar una revista Vogue de su bolso y comenzar a imitar las poses de una de las modelos que aparecían en sus páginas al ritmo de la música. Esta acción generó una respuesta inmediata por parte de otra artista drag, quien se unió al baile imitando también las poses de la revista. Desde aquel momento, esta práctica se convirtió en una de las costumbres más arraigadas y distintivas de la escena ballroom a nivel mundial. Al considerar el contexto de origen de la cultura ballroom y el voguing, en el año 2021, se presencia una aproximación a la cultura ballroom y a la danza voguing en Bogotá, Colombia, en el marco del Paro Nacional de 2021. Durante este evento las vogueras Alice Monroe (antes conocida como Axid), Neni Nova y Piscis Canizales, llevaron a cabo performances que brotaron como expresiones de resistencia política y de rechazo contra el modelo económico imperante en Colombia y el abuso policial desplegado por el Estado colombiano en contra de las movilizaciones políticas y sociales. distritales. A partir de la toma de múltiples lugares emblemáticos de la ciudad, como estaciones de TransMilenio, la Plaza de Bolívar, El Palacio de Justicia, entre otros, se subrayó la capacidad de la cultura ballroom para adquirir relevancia en temas de resistencia política y para exigir al Estado colombiano la provisión de parajes seguros destinados a la diversidad colectiva. En vista del escenario expuesto, el presente trabajo de investigación pretende comprender la construcción de la experiencia de emancipación política a partir de la descripción de las prácticas estético–políticas, desde la teoría de performatividad de género, asociadas a la cultura ballroom en el estallido social del Paro Nacional de 2021, en la ciudad de Bogotá, Colombia.

Descripción

Abstract

In the 1980s, the ballroom subculture emerged in the iconic metropolis of New York City, characterized by its celebration of racial, gender, and especially sexual diversity. This cultural phenomenon traces its roots to the ballrooms or dance halls of Harlem in the 1920s, where white individuals organized nighttime shows, donning female accessories and clothing to entertain an audience predominantly composed of heterosexual men and women at events known as balls. However, despite the various dimensions this subculture encompassed, African American and Latin American artists faced discrimination due to their ethnic origins. This discrimination forced them to lighten their faces with makeup to participate in these events. Following the Stonewall uprising—a series of spontaneous protests sparked by the LGBTQ+ community in response to a police raid in the early hours of June 28, 1969, at the Stonewall Inn in Greenwich Village, New York City—the feelings of guilt and shame derived from the supremacy of economically, politically, and socially powerful classes were replaced by the empowerment of frequently marginalized communities, such as the Latinx, LGBTQ+, and Black communities. This shift propelled the ballroom scene to gain greater public acceptance and attract more participants. As a result of this historical process, the term voguing emerged at a ballroom event held at a nightclub in 1979, where Paris Dupree, a prominent American drag artist, spontaneously pulled a Vogue magazine from her bag and began mimicking the poses of one of the models in its pages to the rhythm of the music. This action immediately prompted another drag artist to join the dance, also imitating the magazine's poses. From that moment, this practice became one of the most entrenched and distinctive customs of the ballroom scene worldwide. Considering the origins of ballroom culture and voguing, in 2021, a notable approximation to ballroom culture and voguing occurred in Bogotá, Colombia, during the National Strike of 2021. During this event, voguing performers Alice Monroe (formerly known as Axid), Neni Nova, and Piscis Canizales carried out performances that emerged as expressions of political resistance and rejection against Colombia's prevailing economic model and the police abuse deployed by the Colombian State against political and social protests. By occupying multiple iconic locations in the city, such as TransMilenio stations, Plaza de Bolívar, and the Palace of Justice, the capacity of ballroom culture to gain relevance in political resistance issues and demand safe spaces for collective diversity was underscored. Given this context, this research aims to understand the construction of the experience of political emancipation through the description of aesthetic-political practices, from the theory of gender performativity, associated with ballroom culture during the social upheaval of the National Strike of 2021 in Bogotá, Colombia.

Palabras clave

Cultura ballroom, Emancipación política, Prácticas estético-políticas, Performatividad de género, Paro Nacional

Keywords

Ballroom culture, Political emancipation, Aesthetic-political practices, Gender performativity, National strike

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