The ASM Journals Committee Values the Contributions of Black Microbiologists

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Fecha

2020

Título de la revista

Publicado en

Infection and Inmunity, 1098-5522

Publicado por

American Society for Microbiology

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Resumen

Las vidas de los negros son importantes. El problema actual de la brutalidad policial y las muertes resultantes de George Floyd ( 1 ), Breonna Taylor ( 2 ) y muchas otras personas negras en los Estados Unidos ( 3 ) ha sacudido al país. Los actos de racismo deberían hacernos cuestionar hasta qué punto hemos participado personalmente en los sistemas de inequidad racial que facilitan tales actos. Todos tenemos la obligación de identificar las formas en que funciona el racismo sistémico en nuestra sociedad y en la ciencia. Como científicos, preferimos creer que nos impulsan los datos y que somos inmunes a comportamientos tan perjudiciales. Sin embargo, si somos honestos, sabemos que esto no siempre es cierto. Entre 1932 y 1972, se realizó el horrible estudio de sífilis de Tuskegee para observar la historia natural de la infección de sífilis latente en 399 hombres negros ( 4). La premisa del estudio fue impulsada por la pseudociencia racista del darwinismo social. Los directores del estudio plantearon la hipótesis de que los hombres negros eran inferiores a los hombres blancos. Los directores del estudio mintieron a los hombres sobre su condición, lo que llevó a los hombres a infectar a sus parejas e hijos. Además, cuando se mostró la penicilina en 1947 para tratar la sífilis, los médicos ocultaron el tratamiento y se negaron a tratar a los hombres. Las principales revistas revisadas por pares de la época publicaron los resultados del estudio. Este ejemplo de libro de texto sobre racismo en microbiología subraya el papel histórico de las editoriales científicas en la difusión de ideologías racistas y señala el potencial de las editoriales científicas para prevenir la propagación del racismo.

Descripción

Abstract

Black lives matter. The ongoing problem of police brutality and the resulting deaths of George Floyd (1), Breonna Taylor (2), and many other Black people in the United States (3) has rightly shaken the country. Acts of racism should cause us to question the level to which we have personally participated in the systems of racial inequity that facilitate such acts. We all have an obligation to identify the ways that systemic racism functions in our society and in science. As scientists, we prefer to believe that we are driven by data and are immune to such detrimental behaviors. Yet, if we are honest, we know that this is not always true. Between 1932 and 1972, the horrific Tuskegee syphilis study was performed to observe the natural history of latent syphilis infection in 399 Black men (4). The premise of the study was driven by the racist pseudoscience of Social Darwinism. The study directors hypothesized that Black men were inferior to white men. The study directors lied to the men about their condition, leading the men to infect their partners and children. Furthermore, when penicillin was shown in 1947 to treat syphilis, the doctors hid the treatment and refused to treat the men. Leading peer-reviewed journals of the time published results from the study. This textbook example of racism in microbiology underscores the historic role of scientific publishers in disseminating racist ideologies and points to the potential for scientific publishers to prevent the spread of racism.

Palabras clave

Disparidades en la salud, Microbiólogos negros, Comité de Revistas ASM

Keywords

Black Microbiologists, Racism, Pseudoscience

Temáticas

Citación

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