Mejia Abad, GabrielRuiz Barbosa, Mery Esmeralda2023-11-222023-11-222022https://hdl.handle.net/20.500.12495/11489Nadie se imaginaría que recibir la noticia de un evento como la muerte de un ser amado puede cambiarle toda su vida. Es un momento que se convierte en un remolino, todo lo que está alrededor da vueltas demasiado rápido y luego se entra en una dimensión desconocida, en la que no se sabe para donde coger ni que hacer; todo es extraño, se siente el cuerpo liviano y un deseo de gritar, pero la garganta seca no lo permite, el cuerpo está dormido, como anestesiado, se ve todo transparente, y lo que está cerca se desvanece como si se derritiera de a pocos. Esta comparación la asocio con la transformación que sufrimos como seres humanos. Eso que experimenté en el interior de mi cuerpo, en el momento de recibir esta noticia es la misma sensación e idea que tengo de la muerte, cuando aparece de un momento a otro, hace ver el tiempo irreal, estático, borroso, es tan poderosa que controla todo, paraliza la memoria con la última imagen del ser en vida. Quise compartir a modo de introducción esta experiencia personal, de un proceso en el que resulté inmersa de un momento a otro. Siempre he pensado en el funeral de mis padres e incluso en el mío como madre, pero nunca pensé en vivir la experiencia de tener que buscar la manera de poder sobrellevar mi vida cotidiana palpando la ausencia de uno de mis hijos. Para este proyecto, y para conocer de cerca los temas relacionados con el dolor que produce la pérdida de un hijo, fue necesario experimentar con la ausencia y el vacío, investigar sobre la muerte, el cuerpo y lo que queda en la memoria al recordar al ser amado. Sus objetos, la ropa, sus pertenencias, la habitación, los tomé como evocadores de una transformación El duelo es un proceso de carácter tradicional y universal, una experiencia en la que noté que no necesariamente estaba pasando por las fases que constituyen la reacción emocional frente a la pérdida del ser querido. Cuando me vi frente al problema del dolor, inicié un tratamiento de terapias que me llevó a una inestabilidad emocional muy profunda, con más confusión. Mi pensamiento no coincidía con la realidad que vivía. Ese desequilibrio me trajo inseguridad, creí que mi actitud con respecto a lo que quería hacer con las cosas que quedaron de mi hijo ausente, no eran adecuadas para salir de ese agujero, y para reconstruir el mundo que me rodea. Un tiempo después de estar viviendo esa realidad, con una visión retrospectiva hacia las cosas con las que tránsito a diario, que son cercanas a mi hijo, y que tienen una carga simbólica, hicieron que descubriera, por medio de las artes plásticas, una manera de manejar el dolor que produce la ausencia.application/pdfspaAtribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 InternacionalAusenciaVacíoDolorDueloDulceObjetosArte Conceptual730Alas DoradasTesis/Trabajo de grado - Monografía - Pregradoabsenceemptinesspaingriefsweetobjectsconceptual artinstname:Universidad El Bosquereponame:Repositorio Institucional Universidad El Bosquerepourl:https://repositorio.unbosque.edu.coGolden WingsAcceso abiertoinfo:eu-repo/semantics/openAccesshttps://purl.org/coar/access_right/c_abf2